Lo que acaba haciéndome fuerte, es el dolor.

"La niña quería besar sin decir te quiero"
Pero aquella niña aprendió,
recapacitó, se confundió y para colmo se quedó sin razones.
Otra vez más.
Toda se fueron tras de sus impulsos perdidos,
de sus ilusiones rotas por el miedo a afrontarlo todo, a ser fuerte,
pero se volvió dejar caer en la simpleza de largarse sin motivo alguno.
Y ahora, "la niña quiere besar sintiendo ese te quiero".



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