¡Despierta!

La lluvia y los truenos ocupaban mi cabeza, pues era lo único que podía escucharse. Eso hacía que me sintiera algo intranquila. Pero ahí estabas abrazado a mi, protegiéndome. 
Me giré en redondo, para poder mirarte a los ojos, en ellos, encontré un brillo de suspicacia. Te pregunté "¿Pasa algo?", a lo que respondiste con aire desafiante, "No, solo, pienso en qué pasará en un tiempo...ya sabes, cuando esto acabe"  "¿Cuándo esto acabe?, no te entiendo"  "No tienes nada que entender, solo digo, que esta será la última vez que nos veamos" En ese instante, mi corazón paró de latir, mi cabeza recapacitó las palabras, y mis manos empezaron a temblar. "Pero...dijiste que esto sería para SIEMPRE"   "Eso SIEMPRE se dice, pero ten en cuenta que nada dura tanto tiempo", a lo que me incorporé, casi sin oxígeno en mis pulmones, tragué una gran bocanada de aire, y noté como las lágrimas se derramaban por mi rostro. Él, pareció no notarlo, o al menos disimuló bien. Me levanté como pude y salí de la habitación. Oí que venía hacia mi, cuando me giré, lo que vi no me gustó nada. Estaba sonriendo, con tal malicia que podía saborearla. Alargó la mano para agarrarme... y desperté del sueño convertido en pesadilla.

Realmente dudaba que en mi cabeza pudiera crearse algo tan vivo y cercano. Hoy, todavía  recuerdo hasta la mínima palabra que salió esa noche de mi mente, para manifestarse en ese sueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario